Abejas y mariposas, polinizadores esenciales para que fructifiquen los frutales, están siendo exterminadas por el exceso de fumigaciones e insecticidas.
En los sitios más inverosímiles aparecen señales y recordatorios. Algún grafitero ecologista ha pintado una mariposa y una abeja en un contrafuerte de hormigón. Es un túnel-puente sin acabar, por donde paso a diario.
Casi no pueden verse. Fotografío y publico. ¡Ojalá cobren vida y vuelen por las redes a otros lugares, huertos y florestas!
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