Los ángeles tienen siempre sus alas blancas, porque también hacen la colada cuando les viene en gana, y la tienden en el cielo disimulada entre las nubes. Los humanos no solemos verla. Pocos miran al cielo. A los que miran les preocupan otras cosas: ¿lloverá o no lloverá?, ¿saldrá el sol?…

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