No es la escena de una película de monjes shaolin saltando de rama en rama. Es Marco (14 años), atravesando el río sin mojarse. El momento es inmortalizado por su hermano Javier (13 años).
Atravesar es atreverse. Saltar es pasar de una orilla a otra. Envejece quien no se atreve ni atraviesa.
El ojo que ve. La precisión del enfoque. El momento oportuno. La rapidez del clic de la cámara. Es todo lo que se necesita para una gran portada.
¡Qué buena colaboración entre hermanos! Siento la presencia invisible, entre el agua y la maleza, del gemelo Juan (14 años).
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