Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre (y de la mujer, no se me enfaden las féminas). No siempre, sin embargo, el hombre es el mejor amigo del perro. A veces lo maltrata, lo utiliza para cazar o guardar una casa solitaria, atado a una cadena día y noche. O lo neurotiza tratándole como a una persona, le regaña, le mima, le deja campar a sus anchas por la casa y ocupa sillones y camas. También son mascotas de niños, hasta que se cansan de él. O los abandonan cuando se van de vacaciones o ya no sirven para los objetivos del capricho o la explotación.
Mi amigo Rafael Ubal, se tumba a su lado, le sonríe, ve el mundo a la misma altura. Y el gato observa asombrado y sin envidia, pues vive a su aire y tiene claras sus prioridades. Jimi, el gran mastín ni se inmuta. Se refresca en el suelo de la cocina, hasta el momento de la pitanza, de recorrer su territorio jugando con su compañera Moly, o de oír ruidos extraños ajenos a la casa y a la finca.
Bonita imagen de como relacionarse el hombre….y la mujer…con el mundo perruno. A tomar ejemplo e imitar a Rafael tirándonos al suelo acompañando a nuestra mascota y al tiempo buscar el frescor en estos días calurosos de verano. ¡Que más se puede pedir! Juajuajua.. Gracias Alfonso por tu oportuno comentario.
Sí, me miraba seguro el perro, como diciéndome, por mucho que te tires por el suelo y mucho que te hagas el perro o disfraces de perro, nunca lograrás alcanzar mi categoría de Perro, nunca serás tan fiel y tan leal como yo
Todo pasa en tu interior. “Perro de arriba” y “perro de abajo”, que dicen los gestaltistas.