Si no hay dolor, deseo ni miedo,
¿quién soy yo?
Si mis días se acortan
y se alargan mis noches,
¿quién soy yo fuera del tiempo?
Si me acuesto en mi cama
y en las antípodas amanezco,
¿quién soy yo en un espacio impreciso?
Si me duermo solo
y apareces tú cada noche,
¿son de piel nuestras fronteras?
No sé si vives o falleciste,
ni sabes tú si estás en este mundo
o en el otro más allá,
donde se funden vida y muerte.
A la aurora y al ocaso
quedan unidos mis silencios
con enjambres de susurros
surgidos de las olas y del volcán.
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