Cuando descubrí las investigaciones del biólogo e investigador chileno Alberto Maturana, entendí la organización de los sistemas sociales como un proceso natural de relaciones amorosas. Un auténtico maestro de vida y no sólo intelectual nos ha dejado a los 92 años.
Parece profético el último párrafo del libro “Biología del emocionar y Alba Emoting, Respiración y emoción”, escrito como diálogo con la psicofisióloga e investigadora Susana Bloch. Fue publicado por Dolmen/Granica Ediciones en 1996:
“Y seguiremos bailando inmersos en la vorágine de la crisis del mundo moderno, sin perder el paso, entrelazando lenguage y emoción en el ritual de la vida, tratando de magnificar el sentido de la dimensión perdida de lo humano.
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