Quemé ya dos naves,
¿quemaré mi tercer velero?
Aún no lo sé,
tal vez arda solo,
cuando ya no tenga a dónde ir
ni deseos de viajar.
Sabré entonces con certeza
que mi surcar llegó a su fin.
Quemé ya dos naves,
¿quemaré mi tercer velero?
Aún no lo sé,
tal vez arda solo,
cuando ya no tenga a dónde ir
ni deseos de viajar.
Sabré entonces con certeza
que mi surcar llegó a su fin.
Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información
Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.
Hay un momento donde dejamos de viajar fuera para asentar dentro y disfrutar del placer de sentir la calma de este presente eterno. Ya no hace falta viajar ya estoy. 🙏💜
Así es Pablo. Dos preguntas para ti. ¿Quién disfruta del “placer de sentir la calma”? ¿Quién está? Ser no es estar. Si hay un “yo” que afirma “estar ya”, podría ser un Ego causal.