Hace varios años, la Asociación de vecinos de Carabanchel bajo recuperó un terreno municipal para llevar a cabo un proyecto integral: pequeña biblioteca de libros usados, parque infantil, huerto urbano, jardineras de plantas aromáticas, flores combinadas y cactus, pequeño escenario, área de comidas y fiestas vecinales, recitales de poesía…
Un símbolo unificador fue salvar la higuera centenaria, que iba a desaparecer dentro del plan urbanístico. Me impliqué un año entero en tareas diversas, responsabilizándome durante sucesivos fines de semana en la limpieza, poda y saneamiento de esta higuera.
He vuelto hoy, después de un año. Estaba todo florido. Por enorme sincronía, me encontré con un vecino de 85 años que me contó que fue su padre quien plantó la higuera, que estaba en su patio en una maceta. Mi corazón saltó de gozo. Pude datar aproximadamente la higuera en lo alto de cuyas ramas pasé muchas horas. Cobró más sentido el haber puesto mi grano de arena en dar continuidad a lo empezado a finales de los años 20 del siglo pasado.
Recomiendo visitar esta original creación vecinal, Jardín de los Libros Nómadas, cerca del metro de Opañel.
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