Alzo la vista al cielo. Mi sorpresa es mayúscula. En mitad del parque, una hermosa joven completamente desnuda está leyendo un libro. Ajena al frío del invierno y al viento que azota las copas de los árboles ya sin hojas.
Está claro que la lectura nos sumerge en universos paralelos, que enriquecen nuestra vida y amplían nuestra esencia y nuestra existencia.
Comentarios recientes